Invertir en acciones: el reparto de dividendos

Una manera muy prolífica de invertir es comprar acciones de compañías que cotizan en la bolsa de valores.

Como es sabido, la idea de operar con acciones se basa en la expectativa de poder venderlas en el futuro a un precio significativamente mayor del que se ha pagado cuando se las compró.

De esa manera, el modo estándar de obtener beneficio o ganancias con las acciones es esperando que la evolución del precio de las mismas en el mercado accionario sea tal que, dada cierta alza, el inversor decida que ha llegado el momento de vender.

Pero esta no es la única manera de obtener ganancias a partir de la inversión en acciones de empresas que cotizan en los parqués: también las acciones dan derecho a dividendos.

¿Qué son los dividendos? ¿Cómo se cobran?

Como los accionistas -los propietarios de acciones de una empresa con independencia de la cantidad de acciones que posean- son dueños de una parte de la compañía, es habitual que luego de un ejercicio, por ejemplo anual, la junta de accionistas decida repartir una parte de las ganancias.

Ese es el famoso reparto de dividendos, y en algunas compañías, si la empresa ha crecido y obtenido buenas ganancias a veces se reparten incluso dividendos extraordinarios.

Existen, además, dividendos fijos e incluso dividendos variables.

El reparto de dividendos es un derecho pero está sujeto a los tipos de acciones que se haya comprado en la bolsa, por lo que siempre será de utilidad antes de invertir en valores de tal o cual compañía informarse si reparten dividendos y de qué modo.