En esta ocasión hablaremos de un tipo de productos en los que se puede invetir hoy en Argentina: los agrarios y agropecuarios.
Para un invesor interesado, sea de manera directa o mediante un fideicomiso agopecuario o invertir en un pool de siembra, en la República Argentina se puede invertir en productos del campo a partir de un estudio del mercado de las exportaciones, vale decir, de dónde, en qué países se pueden colocar los productos agrarios o pecuarios producidos en Argentina para tal fin.
Una manera de conocerlo y formarse una idea definida de qué productos son un negocio rentable o con perspectivas de rentabilidad a plazos cortos o medianos es conociendo cómo funciona actualmente el mercado exportador agropecuario argentino.
Y al hacerlo, sorprende advertir en qué medida las producciones primarias o commodities de la Argentina tienen un papel relevante, no sólo entre las exportaciones argentinas, sino en el mercado mundial mismo de las exportaciones.
Hemos ya mencionado que algunas inversiones en fideicomisos agrarios buscan nuevos mercados para frutos o cereales o productos con gran provecho.
Asimismo, al ser Argentina el sexto productor mundial de vinos, las inversiones en la industria vitivinícola siguen siendo un campo con mucho potencial en este país.
Por otra parte, la economía argentina es la tercera productora en el mundo de carne vacuna, en virtud de sus vastos y fértiles suelos de la Pampa Húmeda, así como también ocupa el tercer lugar como productor de otros productos como los porotos de soja y los limones, que poseen un amplio mercado en el mundo.
En cuanto a los productos agropecuarios más exportados desde la economía argentina, o desde su sector primario, se destacan su rol de primer exportador mundial de carne equina, miel, aceite de soja y aceite de girasol.
Otro producto agropecuario interesante para invertir hoy en Argentina es el maíz, producto en el que ocupa el segundo lugar como exportador mundial.
Como se ve, las exportaciones argentinas en productos agrarios y agropecuarios juegan un papel destacado en la balanza comercial, en el ingreso al país de divisas para el mercado interno y son en esta etapa de la economía mundial una muy buena alternativa de inversión en virtud del modo en que se ha estructurado la demanda del mercado mundial y el beneficio para los inversores y exportadores locales del cambio de divisas.
En qué invertir. Negocios, inversiones, acciones, rentabilidad. Invertir en finanzas.
Invertir en un plazo fijo: riesgos, inflación y costo-beneficio
Invertir en un depósito a plazo fijo es, sin duda, una de las inversiones financieras más difundidas en el mundo, y muchas veces suele ser lo primero que se le ocurre a alguien que tiene una cierta cantidad de dólares y busca en qué invertir.
En cuanto a las ventajas o los aspectos a favor con los que cuenta invertir en un plazo fijo se cuenta con un compromiso de pago por escrito de una entidad crediticia que se compromete a abonar una determinada suma (la cifra depositada más los intereses acordados) en una fecha prefijada de antemano.
De este modo, cuando hemos puesto un plazo fijo en el banco, por ejemplo, solemos quedarnos tranquilos simplemente esperando la fecha de vencimiento para poder volver a disponer de nuestro dinero, regocijarnos con el interés y dedidir nuevamente qué hacer con él.
En este sentido la inversión colocando el dinero a plazos, que es como hacerle un préstamo al banco que inmoviliza nuestro dinero hasta la vecha de vencimiento (el "plazo fijo"), es parecida a una inversión concreta estándar que ofrce la ventaja de no ser de renta variable, como ocurre al invertir en acciones, que están sujetas a las fluctuaciones de precios de los mercados accionarios.
Sin embargo, a veces invertir en un plazo fijo puede tener, además de las mencionadas ventajas algunas desventajas o riesgos, que enumeramos:
En primer lugar hay que analizar hasta dónde se puede confiar en los bancos. La solidez relativa de la economía nacional en la que estemos inmesos, las garantías de los bancos centrales, la salud del sistema financiero y el nivel de depósitos y préstamos que hay en el sistema son factores relevantes al respecto.
No olvidemos además que todo sistema financiero local está comunicado con el mundo y es sensible a las crisis globales de la economía, como claramente se percibe en los mercados bursátiles.
También es importante considerar que si en el sistema financiero hay muchos préstamos en dólares, ello aumenta la vulnerabilidad de la economía y por tanto del sistema bancario y de entidades crediticias.
Asimismo, como conocen bien los expertos en finanzas, el sistema de créditos y financiero tiene que ser lo suficientemente sólido para que los inversores y capitales confíen en él, pues si se produce una pérdida de confianza entre los agentes e instituciones de finanzas se puede producir un embudo de crisis. Las expectativas del inversor cumplen un papel destacadísimo en las finanzas.
Por otra parte poner el dinero en el banco haciendo una inversión a plazo fijo puede ser un buen negocio, o una sabia decisión en cuanto a las finanzas personales si no existen mejores alternativas de inversión en la coyuntura.
Recordemos que al prestarle nuestro dinero al banco no podremos disponer de él hasta la fecha de vencimiento del plazo, a diferencia de lo que ocurre, por caso, al invertir en divisas o en acciones, que podremos vender en cualquier momento si la ocasión es propicia.
Un análisis costo-beneficio será entonces un buen criterio previo a tomar la decisión de colocar nuestro dinero a plazo en una institución bancaria o crediticia, donde evaluemos la conveniencia de obtener un determinado beneficio (el interés) de hoy a 30, 60 o 90 días, por ejemplo.
Aquí surge un dilema del inversor que ya tiene el dinero en el banco, por ejemplo en una caja de ahorro o cuenta corriente ordinaria, cuyo origen es otro de los grandes factores sensibles en el análisis de la inversión a plazos: la inflación.
En muchas ocasiones, la inflación es mayor que el interés o beneficio que otorga el plazo fijo, por lo que una de las alternativas del dilema será asumir un riesgo y colocar el dinero a plazos pero esperando que la inflación no aumente o no sea muy alta, pues en ese caso nuestro dinero se habrá depreciado a pesar del interés recibido.
El otro cuerno del dilema del inversor en un plazo fijo es, si tiene una buena cantidad de dinero en el banco, conservarlo en su cuenta corriente para esperar buenas oportunidades de inversión o de compra, pues muchas veces en situaciones de incertidumbre incluso una compra puede ser la mejor inversión.
En cuanto a las ventajas o los aspectos a favor con los que cuenta invertir en un plazo fijo se cuenta con un compromiso de pago por escrito de una entidad crediticia que se compromete a abonar una determinada suma (la cifra depositada más los intereses acordados) en una fecha prefijada de antemano.
De este modo, cuando hemos puesto un plazo fijo en el banco, por ejemplo, solemos quedarnos tranquilos simplemente esperando la fecha de vencimiento para poder volver a disponer de nuestro dinero, regocijarnos con el interés y dedidir nuevamente qué hacer con él.
En este sentido la inversión colocando el dinero a plazos, que es como hacerle un préstamo al banco que inmoviliza nuestro dinero hasta la vecha de vencimiento (el "plazo fijo"), es parecida a una inversión concreta estándar que ofrce la ventaja de no ser de renta variable, como ocurre al invertir en acciones, que están sujetas a las fluctuaciones de precios de los mercados accionarios.
Sin embargo, a veces invertir en un plazo fijo puede tener, además de las mencionadas ventajas algunas desventajas o riesgos, que enumeramos:
En primer lugar hay que analizar hasta dónde se puede confiar en los bancos. La solidez relativa de la economía nacional en la que estemos inmesos, las garantías de los bancos centrales, la salud del sistema financiero y el nivel de depósitos y préstamos que hay en el sistema son factores relevantes al respecto.
No olvidemos además que todo sistema financiero local está comunicado con el mundo y es sensible a las crisis globales de la economía, como claramente se percibe en los mercados bursátiles.
También es importante considerar que si en el sistema financiero hay muchos préstamos en dólares, ello aumenta la vulnerabilidad de la economía y por tanto del sistema bancario y de entidades crediticias.
Asimismo, como conocen bien los expertos en finanzas, el sistema de créditos y financiero tiene que ser lo suficientemente sólido para que los inversores y capitales confíen en él, pues si se produce una pérdida de confianza entre los agentes e instituciones de finanzas se puede producir un embudo de crisis. Las expectativas del inversor cumplen un papel destacadísimo en las finanzas.
Por otra parte poner el dinero en el banco haciendo una inversión a plazo fijo puede ser un buen negocio, o una sabia decisión en cuanto a las finanzas personales si no existen mejores alternativas de inversión en la coyuntura.
Recordemos que al prestarle nuestro dinero al banco no podremos disponer de él hasta la fecha de vencimiento del plazo, a diferencia de lo que ocurre, por caso, al invertir en divisas o en acciones, que podremos vender en cualquier momento si la ocasión es propicia.
Un análisis costo-beneficio será entonces un buen criterio previo a tomar la decisión de colocar nuestro dinero a plazo en una institución bancaria o crediticia, donde evaluemos la conveniencia de obtener un determinado beneficio (el interés) de hoy a 30, 60 o 90 días, por ejemplo.
Aquí surge un dilema del inversor que ya tiene el dinero en el banco, por ejemplo en una caja de ahorro o cuenta corriente ordinaria, cuyo origen es otro de los grandes factores sensibles en el análisis de la inversión a plazos: la inflación.
En muchas ocasiones, la inflación es mayor que el interés o beneficio que otorga el plazo fijo, por lo que una de las alternativas del dilema será asumir un riesgo y colocar el dinero a plazos pero esperando que la inflación no aumente o no sea muy alta, pues en ese caso nuestro dinero se habrá depreciado a pesar del interés recibido.
El otro cuerno del dilema del inversor en un plazo fijo es, si tiene una buena cantidad de dinero en el banco, conservarlo en su cuenta corriente para esperar buenas oportunidades de inversión o de compra, pues muchas veces en situaciones de incertidumbre incluso una compra puede ser la mejor inversión.
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